Por definición, la vergüenza ajena es un sentimiento propio, ante algo que hace o dice otra persona. Eso es precisamente lo que me pasa cuando la veo a Carmen Barbieri en las publicidades de Telekino.
No contentos con haber disfrazado a Gianolita hasta de poronga de chancho, ahora la contrataron a la Barbieri para promocionar el juego.
La veterana intentando un meneo es cómo esos objetos que de tan pesados, para voltearlos, hay que empezar por hamacarlos de un lado a otro; y mientras la vieja boluda se hamaca (siendo la cosa menos armoniosa que un ser humano pueda apreciar) se compromete con el personaje y pone cara, justamente, de boluda.
La de rockera es la que más vergüenza me da (y aparte la indumentaria da más para puto de San Francisco)
También podes sentir vergüenza ajena con la cumbia, la conga y el twist.
No contentos con haber disfrazado a Gianolita hasta de poronga de chancho, ahora la contrataron a la Barbieri para promocionar el juego.
La veterana intentando un meneo es cómo esos objetos que de tan pesados, para voltearlos, hay que empezar por hamacarlos de un lado a otro; y mientras la vieja boluda se hamaca (siendo la cosa menos armoniosa que un ser humano pueda apreciar) se compromete con el personaje y pone cara, justamente, de boluda.
La de rockera es la que más vergüenza me da (y aparte la indumentaria da más para puto de San Francisco)
También podes sentir vergüenza ajena con la cumbia, la conga y el twist.
No sabremos cuantas danzas tendrá que improvisar la Veterana "Me Creo 1000" Barbieri, lo que si podemos llegar a investigar, es de cuantas cosas se disfrazó Gianola, yo me acuerdo patente de haberlo visto de Caperucita Roja, de gitano y de extraterrestre, y aunque muchos no lo sepan, Silvio Soldán nunca hizo publicidades de Telekino, sino que era Gianola disfrazado.
¿Te acordás de otro disfraz de Gianola?
