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Mis Peluzones del alma, tengo que contarles algo: nuestro querido Ernesto Ariel Chacoma, "El Loco Gomera", anda perdido. Se enamoró de una mina, hija de un rati, el suegro no quiere saber nada con Gomerita, así que parece que la mina lo dejó. Él se las ingenia para verla, y le escribe este tipo de cartas. Lean con atención hasta el final:

CARTA DEL GOMERA A SU DULCE GLADYS

Mi dulce Gladys: Debo reconocer que ya no aguanto la soledad, paso las noches to-

das haciendo fuerza para borrarte de mi mente, las sábanas son testigos, siempre revol-

cándome pensando en vos, sin poder conciliar el sueño, me la paso degustando los fer-

mentos del beso real que me robaste de la noche, también besos con los que me envene-

né baratos que me trajiste del día, pero que me embriagan lo mismo. Te invito a tor-

cer el destino, a reír del mundo contra reloj, mundo berreta, falluto, mundo que alie-

nado el sábado a la noche, borracho y meneando se aguanta el desprecio. Somos ne-

nes todavía, sufrimos el desamor lo mismo que un juguete roto, cual manchones ma-

gros de alma, irremediables. Te necesito Gladys, solo con vos puedo seguir, robarle es-

pacio a la infelicidad, un círculo que se cierra y le exige al humano movimientos más e-

téreos y televisores a la gilada sin armas, sin alarmas. Te necesito Gladys, solo para cu-

rar mi desconsuelo necesito de tus besos, si no te tengo, la pena se agranda y va a ra-

lear mi vida y quitarle a un bobo sus esperanzas de oír la música con serenidad.

Te amo. El Loco Gomera

Todo muy lindo, pero la posta de la milanga es que Gomera le manda mensajes en código, vuelvan a leer, ahora renglon de por medio, es decir, solo lo que está escrito en negro y cursiva.

Mi dulce Gladys: Debo reconocer que ya no aguanto la soledad, paso las noches to-

das haciendo fuerza para borrarte de mi mente, las sábanas son testigos, siempre revol-

cándome pensando en vos, sin poder conciliar el sueño, me la paso degustando los fer-

mentos del beso real que me robaste de la noche, también besos con los que me envene-

né baratos que me trajiste del Día, pero que me embriagan lo mismo. Te invito a tor-

cer el destino, a reír del mundo contra reloj, mundo berreta, falluto, mundo que alie-

nado el sábado a la noche, borracho y meneando se aguanta el desprecio. Somos ne-

nes todavía, sufrimos el desamor lo mismo que un juguete roto, cual manchones ma-

gros de alma, irremediables. Te necesito Gladys, solo con vos puedo seguir, robarle es-

pacio a la infelicidad, un círculo que se cierra y le exige al humano movimientos más e-

téreos y televisores a la gilada sin armas, sin alarmas. Te necesito Gladys, solo para cu-

rar mi desconsuelo necesito de tus besos, si no te tengo, la pena se agranda y va a ra-

lear mi vida y quitarle a un bobo sus esperanzas de oír la música con serenidad.

Te amo. El Loco Gomera